miércoles, 28 de diciembre de 2016

CONTINUIDAD NARRATIVA O ESTRUCTURA DE UN GUION


LA CONTINUIDAD NARRATIVA o LA ESTRUCTURA DE UN GUION

    Uno de los tipos de continuidad en el cine más importante es la continuidad narrativa. En toda historia contada, el orden es fundamental para comprender el desarrollo de la acción, es decir, es esencial que un espectador entienda cómo evoluciona la trama y los personajes en la misma.

    En la estructura de la acción entra en juego de forma definitiva el concepto de tiempo. De hecho, la estructura tripartita de planteamiento – nudo – desenlace propuesta por Aristóteles responde un concepto temporal lineal.

    De forma general, en el planteamiento se presentan los personajes, la acción (o conflicto principal), el tiempo externo (época) y el lugar. En el nudo, se desarrolla la acción (ocurre el clímax o el punto de giro también llamado giro de la acción) y en el desenlace se propone una forma en la que finaliza o se resuelve el conflicto principal. Sin embargo, es fácil intuir que no todo es tan sencillo. De hecho, el principal problema es que salvo algunas excepciones, el tiempo en el que se desarrolla la acción no coincide con la duración de la obra. Algunas obras de teatro, algunas novelas experimentales y algunas películas que se ruedan como plano secuencia son las excepciones. Son ejemplos de esto último La soga de Hitchcock o Antes del atardecer de Richard Linklater.

   Por otro lado, cualquiera sabe que una estructura tan clásica solo se aprecia en algunas novelas o películas. De hecho, en el siglo XX jugar con la estructura ha sido una constante en los principales narradores tanto en la literatura, como en el cine.

   Estos factores llevan por necesidad a hablar de los siguientes conceptos:

ELIPSIS

   Se denomina elipsis a la supresión de un fragmento narrativo, es decir, una elpisis es un salto en el tiempo (o en el espacio). La gran mayoría de películas presenta elipsis: son necesarias y, además, saber hacerlas bien permite muchas posibilidades. Las más comunes son las elipsis inherentes, aquellas que suprimen tiempos y espacios irrelevantes para la acción. Se entiende que algunas de estas elipsis pueden usarse con valor expresivo o simbólico. Por último, conviene hablar de las elipsis voluntarias en la estructura que pretenden ocultar información al receptor (son un clásico en las películas policiacas o thrillers) y aquellas que también suponen falta de información para el personaje. En algunas ocasiones existe información que es una elipsis para el personaje y no para el receptor.

   En el siguiente vídeo, tenéis tres ejemplos básicos hechos de forma distinta:


FLASHBACK (o ANALEPSIS) y FLASHFOWARD (o PROLEPSIS)

   Un flashback o analpesis es la vuelta al pasado dentro de un relato. Por el contrario, un flashfoward o prolepsis es el avance hacia un punto del futuro dentro del relato. En el cine, en la televisión y en la literatura hay numerosos ejemplos de ambos. En la serie Lost de J. J. Abrahams se puede ver un uso magistral de ambos que contribuye de forma definitiva no solo al conocimiento sobre los personajes, sino al desarrollo de la acción. Se trata de un caso muy particular, pues se podría decir que estos saltos narrativos son esencia de la serie. Otro caso interesante es Irreversible de Gaspar Noé que se construye a través de flasbacks continuos, es decir, presenta un orden cronológico invertido.


   En la siguiente escena de Amanece que no es poco de José Luis Cuerda se explica “con claridad” lo que es una posibilidad de flashback.



[POSIBLES ESTRUCTURAS]

   Con estos conocimientos previos, podemos hablar de distintas estructuras narrativas. Se entiende por ESTRUCTURA LINEAL aquella que presenta los hechos de forma cronológica, incluso cuando pueda presentar algún flashback o flashfoward.

   Esta estructura lineal puede carecer de planteamiento. Como en literatura, se entiende que son obras que comienzan IN MEDIAS RES, es decir, en el medio de la acción. En estos casos, es probable que vayamos conociendo con el desarrollo de la acción los elementos necesarios para comprender la trama. En otras ocasiones, la falta de conocimiento es un factor con el que juega el director. Películas como el clásico El Padrino de Francis Ford Coppola o más modernas como Saw de James Wan empiezan de esta forma.

   Dentro de la estructura lineal, aparecen películas o series con un FINAL ABIERTO. Se entiende por final abierto aquel en el que el espectador debe completar el desenlace o parte de él. Un final abierto no siempre implica cualquier posibilidad de interpretación. Un uso magistral de este tipo de estructura se puede ver en la serie Los soprano de David Chase o en los filmes Origen de Christopher Nolan o Carretera perdida de David Lynch.

   Por último, dentro de esta linealidad se puede hablar de ESTRUCTURA FRAGMENTARIA, si domina la elipsis en la pieza audiovisual. La serie The wire de David Simon es paradigmática

   En ocasiones, este fragmentarismo puede llevar a una ESTRUCTURA CAÓTICA. El espectador ve fragmentos desordenados de una misma historia (o varias) que solo se pueden reconstruir de forma definitiva al final. Los filmes 21 gramos o Babel de Alejandro González Iñárritu son buenos ejemplos de este tipo de estructura.

   La última forma de romper la linealidad es la ESTRUCTURA CIRCULAR. En estas estructuras el final de la obra es, de algún modo, una vuelta al punto de partida. No siempre es literal ni tiene por qué afectar al mismo personaje. Son ejemplos la película 12 monos de Terry Guillam o la ya mencionada serie The wire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario